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El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, juró su cargo ante el rey Felipe VI en una ceremonia realizada en el Palacio de la Zarzuela. Posteriormente, quedó en condiciones de conformar su próximo Gobierno tras la aprobación de su investidura por el Congreso de los Diputados.
En la ceremonia, que tuvo lugar el día 17 de noviembre, Sánchez expresó su compromiso de cumplir fielmente las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno, con lealtad al Rey y respeto a la Constitución como norma fundamental del Estado. La promesa formal tuvo lugar después de obtener el respaldo de 179 diputados, asegurándose la mayoría absoluta en el Congreso.
El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en el poder desde 2018, había forjado acuerdos con grupos regionalistas de Cataluña, Galicia y el País Vasco para garantizar el respaldo necesario en ausencia de una mayoría clara en el Parlamento.
A pesar de haber quedado en segundo lugar en las elecciones de julio, Sánchez recibió el encargo de formar gobierno después de que el líder del conservador Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, no lograra la mayoría con el respaldo del partido de ultraderecha Vox.
La ceremonia habilitó a Sánchez a formar un Ejecutivo de coalición entre el PSOE y la alianza de izquierda Sumar, con la que gobernó en el mandato anterior. En los próximos días, se espera que anuncie los nombres de sus ministros.
Una de las promesas destacadas de Sánchez para obtener el respaldo fue impulsar una ley de amnistía para independentistas procesados por el intento de secesión de Cataluña en 2017. Esta medida recibió el apoyo de partidos catalanes, incluyendo Esquerra Republicana (ERC) y Junts per Catalunya (Junts).
El presidente del Gobierno, en su exposición de prioridades para la legislatura, defendió la necesidad de este acuerdo para «cerrar las heridas» de la crisis de 2017, asegurando que busca garantizar «la unidad de España por la vía del diálogo y del perdón».
En medio de la oposición de partidos de derecha como el PP y Vox, que convocaron manifestaciones y expresaron su rechazo a la ley de amnistía, Sánchez prometió actuar como «un muro» frente a la «agenda reaccionaria» de las «derechas retrógradas».
La protesta reciente frente a la sede del PSOE en Madrid concluyó con siete detenidos, y se espera otra manifestación en los próximos días, con la participación de dirigentes del PP y Vox.
Además, un grupo minoritario de militares retirados, asociados en la Asociación de Militares Españoles (AME), solicitó la destitución de Sánchez y la convocatoria a nuevas elecciones, argumentando una supuesta «ausencia de justicia, igualdad y democracia». Este pronunciamiento ha generado debate en el contexto político español.
